La actitud del Banco de España me causa vergüenza ajena.

                                            `Callése, por favor, señor Banco de España'.
 

                                                         
                                                               BANCO DE ESPAÑA

  Hasta a la ministra de Empleo, esa que pide a la Virgen del Rocío de su tierra, ambas son de Huelva, que le eche una mano para solucionar el desempleo en España, ha dicho, refiriéndose al Banco de España, según cuenta M.V.Gómez en crónica desde Madrid:
  
  "También ayer, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, salió en defensa del salario mínimo. En respuesta - indirecta - a la propuesta del Banco de España de posibilitar la existencia de contratos con sueldos por debajo del mínimo legal - 645 euros al año - le pidió al Gobernador, Luís Linde, que trabaje para que vuelva a fluir el crédito, el nudo que está ahogando la economía en este muomento".

   Pero no. El Banco de España se dedica a decir cosas como cuáll ha de ser el modo de llevar a cabo la reforma laboral y otras lindezas que no son de su competencia.
  
  Por lo que yo sé, el Banco de España es un organismo del Estado encargado de supervisar el sistema financiero español.
  
  Y ahí es donde está fallando desde hace tiempo.
  
  Hizo hacer el ridículo al anterior Jefe del Ejecutivo, don José Luís Rodríguez Zapatero, haciéndole creer que el sistema bancario español funcionaba a tope.
  
  Al señor Zapatero, tan escaso de buenas noticias que dar, lanzó a los vientos aquello, que hoy se escucha con enorme tristeza, de que teníamos el mejor sistema bancario del mundo.

  Como se vio al poco tiempo, era absolutamente cierto; se hunde Bankia, se vienen abajo docenas de Cajas de Ahorros y la Unión Europea debe inyectar dinero a los bancos españoles.

  ¿Culpa de Zapatero?
  
  Un Jefe de Gobierno es muchas cosas menos un adivino.
  
  Y dice lo que dice porque los entendidos le dicen que lo diga.
  
  Y si el Gobernador del Banco de España le sugiere que vamos sobre ruedas, él airea a los cuatro vientos que vamos sobre ruedas.
  
  ¿Quién hace el ridículo: quien lo dice o el experto que le ha informado falsamente?

   Me hago eco, a propósito de lo que estoy contando, de un artículo de el diario El País en la sección Opinión.
  
  Leo:
  "Cuando uno hace muy bien su trabajo, se puede entender que ceda a la soberbia de dar consejos sobre cómo hacer el suyo".

  Y pone como ejemplo el del Vicente del Bosque si sucumbiera a la tentación de dar consejos, por ejemplo, al señor Mourinho sobre cómo dirigir al Chelsea en la próxima temporada.
  
  Cosa que no cree posible dada la talla moral del seleccionador nacional de futbol.
  

                                       CAMARA DEL ORO DEL BANCO DE ESPAÑA. 

  "No es el caso" - continúa, Santiago Fernández Díez-Picazo de Madrid - "del Banco de España. Se le puede atribuir buena parte de la responsabilidad de que hayamos estado al borde del rescate por su nefasta supervisión del sistema financiero..."

  Y mira que se lo advirtieron sus inspectores, que son los que de verdad saben como andan las cosas en esa corporación.

  Pues nada. Algunos no escarmientan.
  
  Yo le diría al banco de España lo que me aconsejaba mi santa abuela:
  
  "Hijo mío - me debería de haber dicho 'nieto mío', pero vale - cuando no se sabe de un asunto, mantiene uno la boca cerrada".

   Y el Banco de España se empeña en hablar de lo que no sabe y desatiende lo suyo.